REYES Y SACERDOTES

REYES Y SACERDOTES

La bíblia nos Dice que Cristo nos hizo Reyes y sacerdotes con el derecho de reinar y ministrar en este mundo, esa es nuestra posición, pero el tener una posición y ejercerla es muy diferente, por ejemplo veamos las monarquías. No importando la edad del rey que asume el poder su posición es de rey, pero si este rey es un niño aunque es el rey, el reino es administrado por tutores hasta que el joven rey alcanza la madurez para asumir su posición.

O sea, Cristo nos hizo reyes y sacerdotes y debemos reinar y tomar nuestra herencia, pero el poder tomar y ejercer nuestra posición depende no de la Fe, no de la salvación, o la santidad como otros piensan sino de la madurez.

La fe nos da la fuerza para mantenernos firmes en el camino que nos lleva a la madurez, pero no es la cualidad que nos ayudará a reinar.


29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa. Galatas 3:29



1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!
7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. GALATAS 4:1-7


Sabemos que somos hijos de Dios y queremos tener acceso a su herencia, pero la única forma en que podemos tomarla es creciendo y crecer no sucede de la noche a la mañana, es un proceso por el cual todos pasamos y del cual no podemos escapar. No hay razón para huir de la madurez al contrario abracemosla con toda nuestra fuerza por que ella nos llevará a nuestro destino. El nos creo para reinar y tomar dominio sobre todas las cosas creadas, esa es nuestra herencia su poder y autoridad y no una mansión en el cielo.


16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;

21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.




Toda la creación espera que maduremos y tomemos nuestra herencia.